¿Dónde vive Óscar Camacho?

He vivido en varios países como Estados Unidos, Grecia, Londres y Colombia. Durante muchos años estuve fuera del país debido a mi profesión y al constante traslado; en esos momentos, residía cerca del trabajo y de donde realizaba maniobras.
Hoy en día, vivo en Cúcuta, Colombia, en el departamento de Norte de Santander. Decidí regresar a esta ciudad para estar cerca de mi familia y mis amigos de la infancia. Además, en estos momentos, me dedico únicamente a mis inversiones y proyectos, pero a un ritmo totalmente diferente. Mi etapa de largas jornadas laborales ha terminado.

Muchas personas piensan que los pilotos se retiran debido a lesiones musculares causadas por la profesión o por alcanzar la edad de jubilación. En mi caso, es diferente; dejé de volar porque me cansé de mudanzas constantes y deseaba establecerme en un solo lugar. Además, quería concentrarme más en mis inversiones y otras empresas en Colombia.

¿Qué hago ahora?

Sé que no necesito trabajar más, ya que el dinero que gané como piloto está invertido y me proporciona ganancias considerables. Sin embargo, disfruto mantenerme activo, por eso me he centrado en comprender las empresas e inversiones en las que estoy involucrado. Siento que aún tengo la energía para apoyar a los equipos de trabajo en la mejora y búsqueda de soluciones.

Seguir trabajando de esta manera me divierte, me llena de energía y me permite disfrutar de los momentos y espacios que siempre quise tener, pero que debido a entrenamientos, viajes y eventos no pude experimentar. Mis días de vuelo para acrobacias han terminado, pero no así mi deseo de trabajar y emprender.

Navegar en el mundo corporativo como lo hago actualmente es una de las experiencias más enriquecedoras de mi carrera. No puedo negar que competir fue emocionante y que sin ello no tendría el capital del que todos hablan, pero cuando uno deja de sentir pasión por lo que hace, lo mejor es tomar una pausa, intentar nuevas actividades y explorar otros campos.

La mejor decisión que tomé fue pausar mi carrera como piloto. Desde ese momento tuve claro que no quería quedarme inactivo viendo pasar los días. Aunque me di un tiempo para descansar y desconectarme de la rutina con unas cortas vacaciones, también aproveché para revisar los informes mensuales sobre el desempeño de mis empresas e inversiones. Comparaba los resultados actuales con los anteriores, tomaba notas de mis dudas y analizaba las decisiones tomadas. Además, busqué asesorarme más para comprender con mayor detalle los procesos y decisiones, con el fin de contribuir con ideas que ayuden a descubrir nuevas formas de progreso.habla mucho.

Este enfoque me revitalizó y me mantuvo conectado con el mundo de la aviación, ya que ahora, como muchos saben, estoy en proceso de construir mi nueva academia de vuelo junto a mi mejor amigo de la infancia.
Mantener la energía y la pasión por lo que haces es fundamental para manejar tu agenda y participar plenamente en el mundo corporativo.

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